No es lo mismo correr que salir corriendo.
Los principios siempre son bonitos.
Cuando empecé a correr, estaba motivadísima. Saltaba de la cama con ganas, disfrutaba cada kilómetro, sentía que mi cuerpo avanzaba sin esfuerzo.
Pero luego… llegó el bajón.
Las piernas pesaban más.
Las excusas empezaron a aparecer. Y las lesiones, también.
La motivación inicial se fue diluyendo, y correr dejó de ser esa experiencia idílica.
Ayer vi un reel de @jaimehigueramomentos que me hizo pensar.
Decía:
Correr consiste más en comprenderse a uno mismo que en correr de verdad. Es una conversación con la incomodiad. En cada carrera hay un momento donde el cuerpo empieza a protestar: te duelen las piernas, te falta el aire y hay una voz interna constante diciéndote que pares. La incomodidad aparece como un antiguo enemigo esperando a ver si tiras la toalla, si retrocedes, si te rindes, si te acobardas. Y correr se trata de negocias con ese dolor.
Y ahí está la clave.
Porque cuando aparece la incomodidad, tienes dos opciones:
Negociar con ella y seguir adelante
Salir corriendo
Y me di cuenta de que correr no es tan distinto a la vida.
La motivación inicial es efímera. En el deporte, en los proyectos, en todo.
Al principio, todo es impulso. Todo es emoción.
Pero tarde o temprano llega el momento incómodo.
Cuando el camino se hace pesado. Cuando el progreso es lento. Cuando la voz interna empieza a negociar con el cansancio.
Y ahí es donde realmente se juega la partida.
No en el inicio. No en la ilusión.
Si no en la capacidad de seguir cuando la incomodidad aparece.
Porque la incomodidad no es un enemigo.
Es solo la prueba de que estás saliendo de lo conocido.
Es la línea que separa lo que eras de lo que puedes llegar a ser.
Y aquí está la verdad incómoda:
No es lo mismo correr que salir corriendo.
Correr es avanzar.
Salir corriendo es huir, aunque lo disfraces de excusa.
Como decimos en BeyourBest, no es lo mismo darse cuenta, que hacerse cargo.
La incomodidad siempre llega.
O aprendes a sostenerla, o pasarás la vida huyendo de ella.
Si quieres dejar de huir y empezar a sostener lo que te incomoda, mi libro es para ti.
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🔥 No es lo mismo correr que salir corriendo. Si siempre huyes cuando llega la incomodiad, lo único que entrenas es tu capacidad de escapar.